jueves, 7 de enero de 2016

rizos (fotografía móvil)






Pelos, cabello.

Se me apodera, se apodera de mí y de mi circunstancia...

En la puerta de Rayuela escribo, esperando té...

café...

flaquito, azul, lleno de rizos...

Rayuela...

Llena de mayúsculas y minúsculas...

Acentos pues...

degeneracion

Superlativos en las letras no sé por qué.

Rizos, 2, 3...

El cabello va para atrás cuando camino, sensación nunca sentida.

El viento, la vida, va para atrás.

Mayúsculas, minúsculas y recuerdos...

...










lunes, 21 de diciembre de 2015

rusita








  Rusita... Rusita hermosa y pervertida, licenciada con honores, antropóloga del Altiplano que me habla de calaveritas y flores, alumna de mi cama y de nuestras noches de vino.

  Qué voy a hacer contigo che? Con tus ganas de presentarme a tus padres, con tus cenas con amigos que no me interesan, con tu qué somos, con el deseo de verme a cada rato...

  Yo no soy así Rusita, no sé en qué se me fueron esas ganas que tú tienes de mí, pero no las tengo.

  Tengo ganas de reir contigo, de envolverme en tu batiburrillo de acentos y tu sintaxis erronea, de revolcarme por el suelo hasta la madrugada cuando el colchón ya no nos alcanza, de que te pongas a bailar y ser tu espectador exclusivo, de que me hagas sentir como tus veinte años menos, de tantas cosas contigo...

  Pero no de la rutina, con eso no puedo. Porque terminaremos por ir los domingos a comer a casa de tus padres, en días alternos, un domingo con tu madre, al siguiente con tu padre, porque tus amigos comenzarán a tener wawitas, y vos querrás también, y se armará el lío, porque querrás que vivamos juntos y nos aburriremos el uno del otro poco a poco y vendrán esos días grises en que no nos apetezca abrazarnos como ahora, los trapos sucios, las inclemencias de un amor ordenado y ordinario.

  Porque detrás de las flores tú no ves mi calavera, la ñatita poderosa que soy, en la que me convertí a fuerza de olvidos y recuerdos. Trátame así, venme a poner más flores que me oculten, ven y tráeme licor y cigarrillos.

  Yo a cambio te concederé todos mis deseos, te llevaré al cielo de tu sexo, te cambiaré palabras preciosas por los tesoros que de ti requiero



 

  

despertar en Materia Gris

  Sube una wawita vestida de amarillo limón, amarillo canario, amarillo verano mediodía.

   Voy de regreso a casa en un minibús. Me desperté en la cama de Materia Gris, voy pegando pedacitos de noche en mi mente como montando un puzzle. Me desperte en Materia Gris. La Matecha estaba acostada conmigo en la pequeña cama de la habitación de la residencia, escucho de fondo alguien que llega, una mujer, no recuerdo su nombre (pero sé que en ese momento pense que es alguien al que hace tiempo quiero conocer), la saca de la cama, Matecha, dice con voz optimista, vamos a desayunar!

   Matecha sale de la cama, hay mas gente rondando afuera en la sala de exposición, se van a desayunar, yo me hago el dormido, me apetece quedarme, no tengo ganas de socializar a las no sé qué de la mañana, duermo un cachito más.

   Despierto más tarde, han cerrado la puerta de la calle, no tengo batería en el celu, no puedo avisar a nadie, reniego un poco, intento abrir la puerta con mañas pero no da, me hago un café, espero.

   Finalmente sale la empleada de la limpieza del estudio de Tony, toc toc toc golpeo el vidrio que da a la calle, me mira, sorprendida, le hago señas de que me quede encerrado y que llame arriba, me entiende, a los dos minutos aparece el hijo de Matecha con su sonrisa perenne, Francisco, te quedaste encerrado, termino mi café charlando con él, le pregunto la hora, deben ser más de las doce contesta... me encanta la gente sin reloj.

   Bajo hacia Isabel la Católica, compro un cigarrillo suelto en la caserita de enfrente del Hilton, lo fumo sentado al comienzo de la Arce mirando la tremenda trancadera que siempre se forma a mediodía.

   Lo termino como flotando en una nube de restos de alcohol y el chute de nicotina.

   Pienso que que bueno que este nublado che.

   Paro un minibús.

   Sube un poquito mas adelante la niña amarillo limon con su vestido canario de cuadritos diminutos, blanco amarillo blanco amarillo blanco amarillo hasta el su pequeño infinito.

   Lo que resta hasta Yanacocha continuo con mi particular puzzle mental de la noche que ya es buenas tardes.

   Me alucina que en un país que es tan informal para las horas la gente sea tan formal para dar los buenos días y las buenas tardes. A las doce y pocos minutos puedes encontrarte alguien que sube al mini despistado y dice buenos días, buenas tardes escucharás a alguien como ofendido. Cómo no vas a saber que ya paso el mediodía. Luego esa misma persona llegara tres cuartos de hora tarde a una cita. No problem, hora paceña.

   Llego a casa, a mi Yanacocha una cuadra mas arriba de Catacora. Me miro en el espejito del baño.

   Me gusta y no me gusta.

   Me quedo con el me gusta y despues de sacarme el sueter a rayitas rojas y café con leche con mucha leche me bajo hasta Catacora de nuevo a compra una botella de blanco.

   Me pongo a escribir.

   Me gusta escribir volviendo de Materia Gris, me gusta abrir un blanco, sacar del armario un paquete de Derby, continuar la noche que ya no es noche mientras siento los cambios de luz que se cuelan por mi ventana, detrás de las cortinas, ahora nube, ahora sol puro, otra vez nube, otra vez sol...

   Enciendo el celu, llamadas perdidas, la Mare que me manda whatsaps...

   Estoy medio en pedo, pero contesto, me rio tanto cuando leo su mensaje que no puedo hacer otra cosa...

   Sempre vestida de lampareta dice

   Y se rie...

   La Mare, como la extraño, sus salidas




  

las doce las doce La Paz

   casi la Pérez, casi las doce.

   la luz dura dura de La Paz cae a plomo y me despeina los rizos, me proyecta la sombra sobre la piedra del suelo, espeja mi silueta de chico que se porto mal casi a las doce las doce.

   las doce las doce La Paz

   la caserita del principio de Yanacocha me mira duro cuando le regateo un cigarrillo, me vende, dos por un peso y medio, solo quiero uno, le alcanzo medio pesito, me mira mal, esos ojitos chinos, mira otra vez los puchos, mira mis ojos de las doce las doce, saca el cigarrillo, me lo da, toma el medio peso, gracias casera, vaya con dios.

   me cruzo a la otra acera, desaparece mi sombra hurtándome de las doce las doce, pasa el mini de la periférica, lo pierdo gustoso, expulsando el humo que en la media mañana pasa de la sombra a la luz casi inmediatamente, casi a las doce las doce.

   lo termino viendo a un hombre pasar, muy alto, su terno del color de la piedra, un gris triste. pasan más personas, en su vida de las doce las doce, pienso, me oservaran despeinado cuando me acerco para esperar el próximo mini y veo la sombra de mi cabeza, ya son las doce las doce, paso mis dedos por el cabello intentando arreglar la noche que ya pasó.

   las doce las doce La Paz.

   tengo suerte (como no si todo sale bien hoy) y pasa un mini al toque.

   buenos días, buenas tardes contesta un coro.

   subo en la primera fila, al lado un señor que bajará en derechos reales.

   baja.

   sube una niña con bolsita de nylon y mochila me mira, dos segundos, dos segundos, la eternidad en dos segundos, dos segundos, uno, dos.

   deja su bolsita delante de nosotros, abraza la mochila como si en ella le fuera la vida, sus ojos chinos me reojan, su busito dice que deberia estar en la escuela, casi a las doce las doce.

   salí de allí y casi eran las doce, mierda, pensé, te pasas, la Gugui durmiendo con su cara linda y su novio medio austriaco al lado, la gente que fue desapareciendo en la noche, la Glenda que pensaba que yo era gay, la Matecha haciendo el aguante, el español que lleva ya un año en el oriente y no perdió el acento, Ivan abrazado a una botella, el Fer besamé el cachete, besamé el cachete, besamé el cachete, taponcitos de singani, las doce que ya fueron las doce.

   en la esquina me quedo por favor, la Sucre que se convierte en …

   mi anacrónica chaqueta de por si hacia frío sin pensar que si las doce las doce.

   pensar dónde estará la Gerald, la Wara que se fue tenía clases, José acariando a su bebe, Iván arquitecto, el español, la Glenda, Matecha quehecho, ferbesamélcachete besamélcahete, besamélcachete, Alejandra rápidamente, Sergio que me llamará en un rato para ir a ver las lentes...

   anacrónico pueden ser horas, pienso




miércoles, 29 de abril de 2015

La Paz





 La Paz es una ciudad azul.

 gris azulala mas bien.

 te despiertas sin mas sueño a las tres y puedes salir a pasear.


  te llegas hasta el Stadium y la vida sigue.


  das una vuelta a su plaza, no haces fotos, todavía no te fías de salir a esas horas con la cámara.


  oyes una guitarra, miras hacia allí.


  detrás de una reja hay una licorería, tres tipos rien en su pequeña fiesta... parece tan grande a estas horas.


  me acerco, buenas noches.


  buenas noches hermano.


  español?


  sí.


  yo viví largo tiempo en Vallecas, dice el de la guitarra... y se arranca a tocar de nuevo.


  de dónde vos?


  de Valencia, iba a decir... del mundo, contesto.


  rien, reimos.


  abren la reja, me invitan a pasar.


  no toca mal, no es joven, me pregunto que hacen de fiesta un martes de madrugada... un viejo y dos jovenes en la única licorería abierta del Stadium.


  entro, ya somos cuatro.


  nos presentamos, yo me llamo... ellos...


  reimos, es tan facil reir en la paz...


  río.


  estoy un cachito con ellos, me devuelvo a las calles.


  oyendo de fondo una guitarra rasgar...


  el Illimani me espera, espera que vaya hasta el final de mi calle, que lo mire nevado antes de volver al principio y entrar a mi casa...


  pequeños rituales que hacen valiosa una vida.


  ya de vuelta en la cama me pongo a escribir, relatos cortos, vivir en La Paz



domingo, 28 de septiembre de 2014





  los domingos por la tarde, cuando vienen a comer los amigos, te extraño especialmente.

  no. todos los domingos en general, da igual si por la tarde o por la mañana...

  te extraño.

  pero algunos especialmente, mas alla de que me cuidaras y yo me despreocupara de todo porque sabia que tu estabas ahi y vendrias a acostarte a mi lado cuando todos se hubieran ido.

  algunos en los que viene la madre de jorge, y su chica con la panza a punto de reventar (hace mas de siete meses que no te veo?)

   esos domingos en los que en vez de esperar tu abrazo aun me da para escribir, que desperdicio.

  domingos en los que la gente te dice que bonita es tu casa, que no la quiero, pero no lo dices.

  la casa que no acabas de querer porque es un poco tuya.

  y saco este portatil que va mas mal que bien, y escribo aqui sentado, en la cama que no conoces.

  en estos domingos pagaria por tu risa, puta.

  cuanto vales?

  cuanto vale que estes cuando todos se van?

  puta.

  cuanto vale que me quiera acostar con cristina pero contigo?

  cuanto vale que no lo haga y me quede escribiendo?

  porque no estes.

  y ya se hace de noche pronto, casi no veo las teclas.

  y jorge trajo un jose pariente para la comida.

  que desastre, acordarme de ti en una botella de vino...

  extraño estar cocinando y que vengas por detras y me abraces, extraño besarme contigo mientras bebemos un vino, extraño mi mano en la liga de tus medias, extraño tantas cosas.

  nadie pregunta ya mas que jorge.

  ...

  y un dia u otro deberia dejar de escribirte desde antares, desde antares te escribo.

  pongamos que sea hoy, que sea hoy un final.

  el final de como te cuento lo que te extraño, pues lo hago.

  hace como un año que comence a narrarte mi vida sin ti, y un dia u otro tenia que parar... que sea hoy.

  hoy que tanto te extrañe. hoy que tampoco estuviste.

  tonuca, manu, jorge, dani, la mare, el tete, ramon, andreu, maria, cristina, nati, alenar, aira, la niña que esta en la panza aun sin nombre, sandra... te dicen adios.

  te dice adios a, na, angel, h, la negrita, solita y cascabel, la gata francesa...

  todas las chicas que pasaron a esperarte este verano.

  sohad que me pregunto por ti.

  yo.

  te vamos a decir adios.

  adios y que seas feliz.

  y que disfrutes.

  y que en el cielo salgas a tomar copas y que despues te follen con ganas, que te amen.

  adios y que esperen en los restaurantes a que vuelvas.

  adios y que compres quesos.

  adios y que esperes un vino.

  adios y una lata de atun que guarde para ti porque sabia que nadie la iba a apreciar tanto como tu.

  ahi se quedo, como metafora de nuestro amor... esperandote.

  una lata de ventresca en conserva.

  es la ultima vez que escribo aqui...

  me hubiera gustado seguir contando aviones, seguir escribiendo cuentos para lucia entre columnas de humo sosteniendo noches, imaginar que me lees aunque estes muerta... tenerte como ilusion.

  me convenciste de que eras tu y luego te fuiste.

  despues de humillarme muriendote te fuiste y aun me quede extrañando.

  amando no se el que....

  y el jose pariente que quedo porque no habian copas para todos esta fresquito.

  y con el en la copa te escribo, desde antares.

  lo terminare amandote un poquito mas...

  y de aqui un rato me ire a buscar cigarrillos y quiza me cruce con una mujer hermosa que nunca sera como tu y la invite a mi cama.

  y como ya no piense en escribirte mientras te espero quiza se quede.

  negra. negra noche.

  muchas negras noches.

  este sabado me acoste con una chica que cambiando las letras de su nombre podia formar el tuyo... creo que ya es el colmo de la perversion y por eso paro de escribir, por si asi te olvido.

  marian moscardo.

  fui a la semana de la moda con tonuca para ver el desfile de una diseñadora que tengo que fotografiar el proximo sabado y ella es la modelo.

  ironias de la vida sin ti.

  ciclos. bicicletas.

  marian quiza este pensando en la noche, en la casa que pense contigo, hoy no vino, trabajaba, mango, tan flaquita ella, eterea, me manda whatsapps que contestare cuando acabe de escribirte a ti.

  de todos modos te extraño, no se lo contare.

  tampoco sera ella.

  no lo es, solo es una chica bonita a la que no voy a extrañar.

  no sera mi compañera, no pensare en ella mas alla de estas noches.

  y fui a por tabaco pero ya no es verano, y llueve, y ya no hay nadie en la calle.

  me descalzo cuando llego y continuo escribiendote una vez mas.

  me quito la camisa y siento el frio, enciendo un cigarrillo, me sirvo una copa mas de vino.

  vino lloviendo... que delicia.

  vino lloviendo y escribirte por ultima vez...

  a ti que se que me lees y no donde estaras.

  una noche de domingo.

  desde antares.

  te he escrito.