casi la Pérez, casi las doce.
la luz dura dura de La Paz cae a
plomo y me despeina los rizos, me proyecta la sombra sobre la piedra
del suelo, espeja mi silueta de chico que se porto mal casi a las
doce las doce.
las doce las doce La Paz
la caserita del principio de
Yanacocha me mira duro cuando le regateo un cigarrillo, me vende, dos
por un peso y medio, solo quiero uno, le alcanzo medio pesito, me
mira mal, esos ojitos chinos, mira otra vez los puchos, mira mis ojos
de las doce las doce, saca el cigarrillo, me lo da, toma el medio
peso, gracias casera, vaya con dios.
me cruzo a la otra acera, desaparece
mi sombra hurtándome de las doce las doce, pasa el mini de la
periférica, lo pierdo gustoso, expulsando el humo que en la media
mañana pasa de la sombra a la luz casi inmediatamente, casi a las
doce las doce.
lo termino viendo a un hombre pasar,
muy alto, su terno del color de la piedra, un gris triste. pasan más
personas, en su vida de las doce las doce, pienso, me oservaran
despeinado cuando me acerco para esperar el próximo mini y veo la
sombra de mi cabeza, ya son las doce las doce, paso mis dedos por el
cabello intentando arreglar la noche que ya pasó.
las doce las doce La Paz.
tengo suerte (como no si todo sale
bien hoy) y pasa un mini al toque.
buenos días, buenas tardes contesta
un coro.
subo en la primera fila, al lado un
señor que bajará en derechos reales.
baja.
sube una niña con bolsita de nylon y
mochila me mira, dos segundos, dos segundos, la eternidad en dos
segundos, dos segundos, uno, dos.
deja su bolsita delante de nosotros,
abraza la mochila como si en ella le fuera la vida, sus ojos chinos
me reojan, su busito dice que deberia estar en la escuela, casi a las
doce las doce.
salí de allí y casi eran las doce,
mierda, pensé, te pasas, la Gugui durmiendo con su cara linda y su
novio medio austriaco al lado, la gente que fue desapareciendo en la
noche, la Glenda que pensaba que yo era gay, la Matecha haciendo el
aguante, el español que lleva ya un año en el oriente y no perdió
el acento, Ivan abrazado a una botella, el Fer besamé el cachete,
besamé el cachete, besamé el cachete, taponcitos de singani, las
doce que ya fueron las doce.
en la esquina me quedo por favor, la
Sucre que se convierte en …
mi anacrónica chaqueta de por si
hacia frío sin pensar que si las doce las doce.
pensar dónde estará la Gerald, la
Wara que se fue tenía clases, José acariando a su bebe, Iván
arquitecto, el español, la Glenda, Matecha quehecho,
ferbesamélcachete besamélcahete, besamélcachete, Alejandra
rápidamente, Sergio que me llamará en un rato para ir a ver las
lentes...
anacrónico pueden ser horas, pienso
No hay comentarios:
Publicar un comentario