me desperte de madrugada y sali a buscar cigarrillos.
medio dormido conduje en un principio hacia el oeste.
vi media enorme luna naranja colgada del cielo tan irreal que mas parecia un atrezzo de cine que algo que puedas encontrar en las noches de este pueblo anodino y malquerido.
despues gire al este, hacia donde conozco el mar, y al volver la volvi a ver, y al llegar ya no pude dormir y me puse a escribir.
puse musica antes, tres o cuatro canciones, o quiza cinco, no se...
es una hora obscena para ponerse a escribir.
que puede salir de un teclado a las tres de la mañana cuando sabes que para ti ya es de dia, ya no dormiras y esperaras al sol, al invariable sol..
dejar tus dedos sobre el teclado, mirar la hoja que ya no es blanca, que ya se mancha, el cristal volante de la mesa que golpea la pared levemente con cada tecla y me devuelve un sonido como de movimientos en la casa de al lado, lenguaje morse vecinal imposible por las horas.
intro intro dos espacios.
aspiro el humo, espero una frase, pienso que cancion quiero escuchar...
una de esas madrugadas que de no saber que hacer se convierten en multitask...
una cancion...
melba moore / the flesh failures (let the sunshine in)
una frase...
no me quiero correr que me debilito
negra noche noche negra rota por una gran carcajada naranja...
river deep, mountain high / ike and tina turner (y las coristas...)
foolin / devendra banhart
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